Mantener un estilo de vida activo es clave para la salud renal. El ejercicio regular ayuda a controlar la presión arterial y el azúcar en la sangre, dos factores importantes que pueden afectar la salud de tus riñones.
Por otra parte, la actividad física promueve la circulación sanguínea, mejorando la eficiencia con la que los riñones filtran toxinas del cuerpo.
Incorpora actividades como caminar, nadar o andar en bicicleta en tu rutina diaria para fortalecer tus riñones y mejorar tu salud general.