Entrevista con el nuevo coordinador nacional de Procuramiento y Trasplante

Dr. Juan Eduardo Sánchez Valenzuela:

“Debiésemos fomentar el donante altruista”

En entrevista exclusiva con el nuevo coordinador nacional de Procuramiento y Trasplante de Órganos y Tejidos, del Ministerio de Salud, conversamos sobre los múltiples temas que debe liderar para incrementar las exiguas cifras de donación y trasplante en Chile.

 

Edad: 50 años.

Profesión y especialidad: Médico cirujano, internista, intensivista y geriatra, Universidad de Chile.

Experiencia laboral:
- Unidad de Paciente Crítico y Cuidado Intensivo, Hospital San Juan de Dios.
- Jefe de Procuramiento de Órganos y Tejidos, Hospital San Juan de Dios.
- Coordinador Nacional de Procuramiento y Trasplante de Órganos y Tejidos, Ministerio de Salud, desde mayo de 2019.

 

 

Situación nacional del procuramiento y trasplante de órganos y tejidos: Tenemos una estructura fuerte, que no necesariamente se refleja en las cifras actuales. A pesar de esto, creo que tenemos establecidas las bases para que el procuramiento y trasplante se desarrollen de buena manera. Trabajamos con el Instituto de Salud Pública (ISP), que está a cargo de la lista de espera, así como del registro de posibles receptores. Existe un sistema transparente, en términos de cómo se produce la asignación de órganos y tejidos, lo que habla de una base extremadamente fuerte. Otra institución involucrada es el Registro Civil, responsable del Registro de No Donantes. Como contamos con una baja cantidad de donantes, se está realizando de mejor manera la atención pre muerte encefálica de los pacientes, lo que permite que hoy tengamos una mejor ejecución, en términos de número de donantes que son fuente de un procuramiento multiorgánico. Eso refleja cierta madurez y progreso del sistema.

Desafíos de su gestión: Transformar a Chile en un país de donantes. Ya existe el marco legal que promueve la donación, pero aún no se ha dado el cambio cultural, para lo cual es indispensable el trabajo con el intersector, principalmente con los ministerios de Educación y Cultura. El cambio cultural no lo vamos a producir desde el punto de vista de la mirada sanitaria, sino desde la mirada integral del sujeto en su desarrollo social. La educación, en cualquier nivel, desde párvulos hasta profesionales de la salud, es fundamental para producir un viraje. Las piedras angulares deben ser la existencia de un proceso educativo continuo y, al mismo tiempo, de un sistema transparente y confiable, para propiciar el viraje desde un país de personas sin una decisión clara a uno categóricamente de donantes. La familia es el mejor representante de lo que la persona fallecida pensaba y ellos debiesen representar con energía lo que esa persona quería, que es ser donante.

¿Por qué es tan baja la donación en Chile? Porque en Chile no tenemos conciencia de lo que significa ser un país donante, de que cuando yo tomo esa decisión en vida y espero que esa decisión se respete, realmente eso suceda. Así lo vemos en las tasas de negativa familiar, que siguen siendo altas en Chile (59%). Si lográramos reducir en un 25% esa tasa, eventualmente tendríamos un 25% más de donantes y de órganos para responder a las necesidades que tienen las personas en lista de espera.

También está la desconfianza existente hacia muchas instituciones. Si tenemos un sistema de acompañamiento y de información, sistemático y de calidad, la gente verá que la entidad sanitaria está haciendo lo correcto, que se atiende con calidad y eso evidentemente va a redundar en que las personas confíen en su sistema de salud y probablemente accedan con mayor facilidad a la donación de órganos. Otro motivo es que también hay que sumar los mitos sobre el trasplante.

Donante universal: Todos lo somos y ahora tenemos que generar estrategias para que las familias lo reconozcan. Toda persona mayor de 18 años es donante, salvo manifestación expresa en contra. La familia debiese respetar esa decisión. Tenemos que difundir ese marco legal y hacer que la gente comprenda que tienen una mayor posibilidad de recibir un órgano si reconocen la condición de donante universal.

Donación cruzada y altruista: Tenemos reuniones con los centros que van a desarrollar esta actividad, que cuenta con una serie de requisitos propios, para asegurar que pueda realizarse cumpliendo los niveles de seguridad requeridos en cualquier proceso sanitario. El ISP ya está desarrollando los programas que permitan hacer los cruces como corresponde.

Donación por afinidad: Trabajaremos con un asesor legal que nos ayude a integrar las indicaciones que nos han señalado en el Senado, con el fin de asegurar que la afinidad se exprese como tal, de acuerdo a los distintos tipos de relaciones que propone la ley.

Creación de centros multiorgánicos regionales: Trataremos que la centralización desaparezca progresivamente. Por eso, si Temuco u otra ciudad se quiere involucrar en este proceso, nosotros la acompañaremos. Los recursos para ello son sólo una cuestión circunstancial del momento actual. Una unidad de trasplante compleja requiere de un desarrollo que tiene que ir acompañado de la dotación y los recursos tecnológicos y logísticos para desarrollar esta actividad.

Donante vivo: Los pacientes con ERC y que cumplen con los criterios de elegibilidad para ser trasplantados, tienen el trasplante vivo como una alternativa permanente. Lo que nosotros debiésemos fomentar es el donante altruista, que es un donante que no tiene condición de enfermedad ni relación con el sistema y que quiere ligarse con el proceso de trasplante sin saber quién va a ser el receptor de su órgano.

No hemos hecho una difusión específica (de donante vivo) porque no se ha puesto el acento en ese punto, pero eso no significa que se trate de un programa que no podamos promover y difundir en algún momento. Cuando tengamos la información de donante vivo que le solicitamos al ISP, la publicaremos sin problema en nuestro sitio.

¿Cómo combatir los mitos? Siendo transparentes, teniendo un sistema vigoroso y que las personas que participan en esto tengan un manejo de la información que sea coherente con las necesidades que tiene el sistema. Si lográsemos hacer ver a la gente que el 80% de los trasplantados pertenecen a Fonasa, ya sea en lugares públicos o privados, erradicaríamos el mito de que sólo los ricos se trasplantan, pues no saben que es el sistema de financiamiento público el que financia ese trasplante. A nosotros nos interesa que las personas sean trasplantadas cuando lo requieran y no tenemos ninguna objeción que se opere en una clínica una persona del sistema público.

Cuidados de los trasplantados y donantes: Ellos tienen un seguimiento postrasplante, debido a su condición, que ya está estructurado en el sistema. Desde el punto de vista clínico, los equipos de salud comprenden que son personas con una condición particular, ya sea porque son trasplantados o porque donaron un órgano.